BARRIOS DE PIE VENADO TUERTO

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viernes, 29 de enero de 2010

HAITI HOY

El Pentágono está en Haití
Publicado el 23 de Enero de 2010.
en Internacional

22 enero 2010

Los militares estadounidenses ordenaron ayer el desalojo inmediato de todos los periodistas internacionales de la zona de acampada dentro del aeropuerto donde los reporteros compartían espacio con los cooperantes. El miércoles a las cinco de la tarde, hora haitiana, un soldado se acercó tienda por tienda a comunicar a los medios de comunicación que a las cinco de la mañana del día siguiente todo el mundo tenía que estar fuera.


Sin libertad de movimientos

El secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, visitó por la noche el campamento español para comunicarles que el Gobierno haitiano había dejado el control del aeropuerto a EEUU y que la Armada estadounidense necesitaba todas las instalaciones.

Aún así, De Laiglesia aseguró que España y también la UE habían presentado una queja formal contra EEUU y habían exigido libertad de movimiento para sus ciudadanos. Algo que ayer era imposible. A primera hora de la mañana, la puerta del aeropuerto estaba controlada por los soldados estadounidenses, y una vez que se salía advertían que había que llevarse todo consigo porque no se iba a poder entrar.

“Los próximos a los que van a echar vamos a ser nosotros”, predecía un cooperante español, al ver a los jóvenes soldados desplegados por todo el campo del aeródromo. “Out, out!”, gritaban los soldados, protegidos del fuerte sol con gafas oscuras a cualquiera que quería volver al aeropuerto.

Cuando se les pedía salir para volver a entrar en dos horas y recoger las cosas, el responsable de la puerta respondía que sí. “Pregunta por mí. Hick es tu hombre”, decía señalándose el nombre escrito en el uniforme. Pero al intentar regresar, Hick ya no está, y hay que empezar de nuevo las negociaciones con otro soldado.


16.000 soldados de EEUU

EEUU anunció ayer que ya están de camino a Haití otros 4.000 soldados más, con lo que el número total ascenderá a 16.000. Y su despliegue no se limita al aeropuerto. Barcos militares estadounidenses patrullan las aguas haitianas, cercando la isla para impedir un éxodo masivo. Los buques se alejan de la costa por la noche para impedir que los que intentan huir les aborden solicitando auxilio.

En las calles de Puerto Príncipe, los uniformes de camuflaje se mezclan con la miseria de las chabolas y de los edificios derruidos. El edificio de la televisión de Haití también fue tomado por un grupo de soldados estadounidenses. Además, la presencia de los soldados con sus enormes vehículos militares ha empeorado aún más el tráfico. Circular 200 metros en coche en algunos tramos puede llevar más de una hora. Ayer, en una de las glorietas de la ciudad, la policía haitiana, cascos azules de Naciones Unidas, soldados de EEUU y un ciudadano occidental con la estética de miembro de Blackwater daban direcciones contradictorias entre sí a los desesperados conductores.

Al margen del despliegue militar, Unicef denunció ayer el “descontrol absoluto” en la salida de 140 menores del país después del terremoto. Julie Bergeron, jefa de protección de Unicef, afirmó a Público que han enviado personal al aeropuerto para impedir la salida de niños sin papeles.

“Al menos en una ocasión un menor ha salido del país porque la persona que se lo llevó se limitó a decir en el aeropuerto que era el hijo de su hermana muerta”, denunció Bergeron. Los 140 menores salieron de Haití los primeros días después del terremoto con el permiso del Gobierno haitiano, pero, según Unicef, en circunstancias no del todo claras.

(Publicado en CubaDebate con información de Pública, España)





21 Enero 2010

Haití: primera ocupación militar del poder “inteligente”




Soldados estadounidenses llegan en helicóptero al palacio presidencial de Puerto Príncipe el martes 19 de enero de 2010. (Foto AP/Gregory Bull)

Estados Unidos se ha aprovechado de la más reciente tragedia haitiana para implantarse militarmente en el país caribeño por largo tiempo. Así se veía venir desde que Washington anunció el envío de una magnitud de medios bélicos a la sufrida nación más propios de una invasión armada que de una operación humanitaria. Subrayando las tácticas del poder inteligente en la era de Obama el ablandamiento artillero -por ahora- lo hace la televisión, que pasa imágenes dantescas del sufrimiento de los haitianos, separándolas de su contexto social y político, como si no se debieran principalmente a una historia de despojo y atropello imperial de siglos. Las imágenes no hacen más que sacar a flote un cuadro humano apocalíptico que, aunque ahora agravado, ya existía antes del sismo.

Mientras las terribles tomas televisivas movilizan una ola de solidaridad internacional nunca vista la ocupación militar marcha viento en popa disfrazada de acción de socorro. Han llegado a Haití el súper portaviones Carl Vinson y su grupo de batalla, incluidos tres buques de desembarco anfibio y dos navíos lanzamisiles, barcos y helicópteros de la Guardia Costera, una unidad de elite de 2000 “marines”, 3 500 soldados de la 82 División Aerotransportada -la misma que actuó en las invasiones de República Dominicana, Granada y Panamá-; en fin, según anuncia el Pentágono están por arribar entre 9000 y 10 000 militares de Estados Unidos.

El aeropuerto y el tráfico aéreo están bajo el control de su Fuerza Aérea y sus militares han desplazado a un segundo plano a las fuerzas de Naciones Unidas, a cuyo comando no se subordinan. Surgen protestas de Francia, Brasil, Venezuela y la Caricom, cuyos aviones no reciben permiso de aterrizaje de los yanquis. El formidable despliegue bélico está lejos de ser temporal, ha llegado para quedarse como lo confirman las gráficas declaraciones de la señora Clinton en su visita a Haití y las del vocero del Departamento de Estado Philip Crowley: “vamos a permanecer allí a largo plazo…”, e igualmente las del general Douglas Frazer, jefe del Comando Sur, a cargo de la “ayuda”, extensamente reproducidas por el académico canadiense y experto en geoestrategia Michell Chossudovsky en su artículo “La militarización de la ayuda de emergencia a Haití: ¿es una operación humanitaria o una invasión?”, publicado en el sitio web Global Research.

Chossudovsky afirma que “esta renovada presencia militar estadunidense en Haití será utilizada para establecer un punto de apoyo en el país y también persigue los objetivos estratégicos y geopolíticos de Estados Unidos en la Cuenca del Caribe, que están en gran medida dirigidos contra Cuba y Venezuela”.

Cuba ha mantenido una brigada médica en el país caribeño durante once años, que en el momento del terremoto atendía pacientes en 227 de las 237 comunas, apoyada con recursos de alta tecnología aportados por Venezuela. En universidades cubanas se han formado 548 médicos haitianos; con sus colegas cubanos hacen una fuerza de unos mil integrantes, que ahora realiza su labor principalmente en Puerto Príncipe.

Mientras el cuello de botella en el aeropuerto no permite que llegue la ayuda los hospitales de campaña cubanos han atendido a cientos de haitianos y operado decenas. Cuba desarrolla otros programas de cooperación, también sin costo alguno para Haití, entre ellos uno de alfabetización. Venezuela le suministra petróleo en condiciones muy favorables a través de Petrocaribe basándose en los principios de solidaridad de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).

Esto es lo que molesta a Estados Unidos, que ha sido incapaz de otra cosa en Haití que de saquearlo inmisericordemente apoyándose en sucesivas intervenciones militares desde principios del siglo XX. Al igual que en Honduras, Washington busca yugular allí acciones como las de Cuba y Venezuela que permitan a sus habitantes ponerse por sí mismos sobre sus pies.

Haití fue el primer gran faro revolucionario de la libertad del mundo colonial, ocupó en el siglo XIX el lugar que tocó a Cuba en el XX. Las viejas potencias coloniales y Estados Unidos le han estado haciendo pagar la osadía de su gran revolución social, la primera antiesclavista triunfante de la historia, precursora de la independencia de América Latina.

(Tomado de La Jornada, de México)





Prepárense para lo que viene: “Estaremos en Haití hoy, mañana y siempre”, dice Hillary Clinton

16 Enero 2010


La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, ha dicho a los haitianos que EEUU es su “su amigo y su socio” y prometió continuar ayudando en las tareas de rescate y reconstrucción del país caribeño, en coordinación con el Gobierno haitiano.


Hillary Clinton en una rueda de prensa en Haití. Foto: AFPClinton es el primer alto cargo de Estados Unidos que visita Puerto Príncipe tras el devastador terremoto del pasado martes y se reunió con el presidente haitiano, René Préval.

En declaraciones dirigidas a la prensa haitiana, Hillary subrayó que EEUU está en Haití “por invitación de su Gobierno, para ayudar” y aseguró que las fuerzas de EEUU estarán allí “hoy, mañana y previsiblemente en un futuro“.

En unas breves declaraciones en el aeropuerto de Puerto Príncipe, destacó que había hablado con Préval sobre asuntos como la necesidad de restablecer las comunicaciones y los servicios de electricidad y transporte en Haití.

“Acordamos coordinarnos estrechamente para lograr esas metas”, dijo Hillary, quien llegó esta tarde a Puerto Príncipe en un avión de carga de la Guardia Costera de EEUU repleto de ayuda humanitaria.

Estados Unidos y Haití hará público este domingo un comunicado conjunto que delineará las tareas que se realizan en aras de la reconstrucción del devastado país antillano


Estallido de violencia

Hillary subrayó las dificultades que entraña la situación en Haití, donde el Gobierno no funciona y donde se empiezan a tener preocupantes noticias sobre crecientes casos de violencia y problemas de seguridad.

Clinton se refirió a un informe de la cadena de televisión por cable CNN según el cual varios médicos trasladados desde Miami se vieron hoy forzados a abandonar el lugar donde prestaban asistencia después de que se escuchara un tiroteo en las inmediaciones.

En estos momentos hay un total de 7 000 miembros del cuerpo de paz de Naciones Unidas en las calles de Haití que tratan de controlar los brotes de violencia y mantener la seguridad.

La secretaria de Estado viajó acompañada del director de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), Rajiv Shah. Shah indicó que Estados Unidos ha movilizado 48 millones de dólares en alimentos, una cantidad suficiente para ayudar a dos millones de haitianos durante varios meses.

En este sentido, Clinton describió “la lucha contrarreloj” que se libra para socorrer a los damnificados porque existe la seguridad de que una demora en la distribución de ayuda humanitaria sumiría al país en un caos total.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, también visitará Puerto Príncipe este domingo para solidarizarse con los haitianos y con el personal de Naciones Unidas en la isla, duramente afectados por el sismo del martes que destruyó totalmente su sede con decenas de trabajadores en su interior.

Ban Ki-Moon evaluará las necesidades más inmediatas en lo que se ha considerado como la peor catástrofe humanitaria en la historia de la organización.


Todos de Acuerdo: Fondo Clinton Bush

El presidente Barack Obama anunció este sábado el establecimiento del “Fondo Clinton-Bush” para coordinar el envío de las ayudas de individuos y corporaciones al país caribeño y asegurar que se realice rápido y con seguridad.

Obama hizo estas declaraciones tras reunirse en la Casa Blanca con sus colegas los ex presidentes Bill Clinton y George W. Bush, con quienes analizó los esfuerzos que se desarrollan en Haití para paliar la gran crisis humanitaria que padecen los haitianos por el terremoto.

Los ex presidentes, según explicó Obama, tendrán la tarea de alentar las contribuciones de individuos, corporaciones, organizaciones no gubernamentales y otras instituciones que deseen colaborar con Haití.

El mandatario estadounidense explicó que este esfuerzo es de alguna forma similar al que el presidente Bush llevó a cabo con Bush padre y el propio Clinton, tras el tsunami que se registró en Asia en 2004.

Los tres presidentes destacaron las enormes proporciones de la crisis que el terremoto del martes ha desatado en Haití y se comprometieron a continuar su trabajo en favor del pueblo haitiano a largo plazo.

Obama reconoció que el esfuerzo que se requiere será “extraordinario”, pero afirmó que la gravedad de la situación en el país caribeño así lo requiere.

(CubaDebate con información de agencias)

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